- Olvídate de las dietas restrictivas: lo más importante es que tengas una alimentación balanceada, incluyendo frutas, verduras y proteínas, siempre dividido en 5 raciones diarias, considerando también las meriendas. Mientras menos cosas te prohíbas comer, más rica será tu dieta.
- Aumenta tus calorías diarias: el proceso de amamantar, sumado a todas las actividades de cuidado del bebé, generan un mayor gasto calórico en tu cuerpo, por lo que deberás reponer ese excedente aumentando un poco más de lo habitual lo que comes, sin pasar las 500 calorías extras de forma diaria. Esto será sencillo, debido a que el mismo gasto también hará que te dé más hambre.
- Toma un mínimo de dos litros de agua al día: mantenerte hidratada es vital en el proceso; sobre todo porque la leche materna se compone principalmente de agua, así que beberla constantemente hará que tu producción sea más fluida.
- Ingiere vitaminas C, A, D, E, B1, B2 y ácido fólico: en la medida que los consumas, estos también los podrá ir absorbiendo tu bebé.
- Incluye lácteos en tu dieta: por el sobreesfuerzo que estás haciendo tu cuerpo podría llegar a debilitarse, incluyendo tus huesos, y para evitarlo el calcio será tu mejor amigo, el cual puedes extraer precisamente de este tipo de alimentos. Además, también contienen vitaminas A, D, B1 y B2.
- Agrega alimentos que contengan yodo: este complemento ayuda al correcto desarrollo cerebral de tu pequeño.
- No dejes de lado el hierro: este puedes obtenerlo de manera natural incluyendo en tus comidas carnes, huevos, cereales integrales, legumbres, sardinas, anchoas, almejas, espinacas o acelgas. Así como también puedes encontrarlo en suplementos vitamínicos.
- Mantén aquellos alimentos con sabores más fuertes: es cierto que algunos pueden llegar a cambiar el sabor de tu leche, pero esto a la larga será beneficioso para tu bebé, ya que lo ayudará a que acepte más rápido el sabor de la comida cuando comiences su alimentación complementaria.
- Vigila cualquier reacción de tu pequeño: si después del momento de lactancia comienzas a notar que tiene vómitos, diarrea o erupciones en su piel, puede ser que tenga cierta intolerancia a alguno de los nutrientes que has consumido. En estos casos siempre debes consultar con tu pediatra de confianza.
Cuando inicia el periodo de lactancia, tú estás produciendo el alimento de tu bebé con tu propio cuerpo, y es por ello que recibe un poco de todo lo que comes. De esta manera obtiene todas las vitaminas y minerales que necesita.
Por eso, será muy importante que durante todo este proceso lleves una alimentación apropiada para que tu bebé reciba la mejor nutrición.
¿Igual tienes dudas sobre qué comer mientras das de lactar? Aquí te dejamos algunos consejos muy valiosos para ayudarte en el proceso:
