¿Qué hacer durante el post parto?

Tener a tu bebé es uno de los momentos más felices en tu vida. Pero, también sabemos que luego del nacimiento, tu cuerpo comienza un proceso de recuperación lento y progresivo, ya que debe reacomodarse luego de todo lo que tuvo que hacer para mantener a tu bebé hasta el final. Recuerda que tu cuerpo tuvo que hacer todo un cambio en forma, condición, síntomas, sensaciones, entre otros, para poder traer tu bebé al mundo. Ello significa que volver a la normalidad puede tomar varios meses y en ocasiones ser incómodo o doloroso. No te alarmes en estos casos, ten en cuenta que es algo natural y debes ser paciente y amorosa con tu propio cuerpo. ¿Hay alguna forma de que esta recuperación sea más sencilla? La buena noticia es que ¡Sí! Para ayudarte, te dejamos algunas sencillas recomendaciones para que esta parte del proceso sea más fácil de llevar. Uno de los primeros síntomas que podrás notar luego de dar a luz es la aparición de un sangrado constante, el cual se debe a que al momento del parto no se expulsan todos los líquidos que estaban en tu interior y por ende continúan saliendo paulatinamente. Esto suele durar entre seis y ocho semanas post parto. De la misma manera, tu abdomen necesitará un cuidado especial. Para ello es recomendable que siempre uses una cubierta de gasa o algodón sobre tu herida, así como algún calzón de talle alto que lo proteja y te haga sentir tu cuerpo un poco más fuerte, mientras se va acomodando. Y si llegas a sentir alguna contracción a pesar de que ya pasó el embarazo, no te alarmes, no es nada malo. Estas son conocidas como contracciones uterinas y se deben a que tu útero debe estirarse. Será más común que las sientas durante la lactancia, solo recuerda que son normales. Asimismo, cuando tu útero comienza a contraerse para volver a su tamaño original, puede provocarte dolores o molestias moderadas en el área abdominal. Para ayudarte, puedes emplear una almohadilla de semillas, bolsa térmica o algo en general que brinde calor en esa zona y contribuya a bajar el dolor. ¡Recuerda siempre descansar! Quedarse en reposo, sin mucho esfuerzo o movimiento será de gran ayuda para hacer que disminuyan los sangrados y dolores. Ahora, ¿qué puedes hacer con todo el líquido que queda retenido en tu cuerpo? Algo que, aunque parezca sencillo, te ayudará muchísimo será eliminarlo a través de la orina, así que necesitas ir al baño todo lo que puedas. Para estimular más esta fluidez de líquidos, es recomendable que tomes suficientes jugos y agua, los cuales te mantendrán hidratada y con suficientes ganas de orinar. También es importante que te mantengas en movimiento, aunque al principio pueda ser difícil o incómodo. No tienes que hacer nada exagerado, con tan solo suaves caminatas ayudarás a tu cuerpo a soltar gases y eliminar líquidos retenidos. Inicia de menos a más, tomando solo unos minutos al día para ello y luego aumentando los paseos según sientas que puedas hacerlo. En el mismo sentido, recuerda ser gentil con tus movimientos corporales y evita cualquier ajetreo brusco o acción que requiera mucha fuerza, esto sobre todo si tuviste una cesárea, ya que podrían afectar tu proceso de cicatrización. ¡Has pasado por una operación! Así que tu piel también se está recuperando y estará muy sensible al inicio. Lo positivo es que la herida de cesárea suele cerrar en alrededor de un mes. En este plazo será normal si llegas a sentir dolor, tirantez o diversas molestias; pero tranquila, esto disminuirá cada día, en la medida que avance la cicatrización de tu cuerpo. ¡Mantén el ánimo de ser una nueva mamita! Sabemos que es un proceso que puede llegar a parecer largo o muy lento, pero debes ser paciente y dar gracias a tu cuerpo que pudo dar una nueva vida y ahora solo necesita todo tu cuidado y cariño para recuperarse y volver a la normalidad. EN BABY INFANTI CUIDAMOS LO QUE MÁS AMAS, ENCUENTRA TODO LO QUE TU BEBÉ NECESITA AL NACER AQUÍ.